Hoy le traemos la fabulosa historia de un vecino de Lomas de Zandorra que maneja una calesita, parece una historia pelotuda pero se pone interesante. Enrique de 69 años es quien la maneja, instaló la calesita hace ya 33 años. "Empecé cuando salí de la cárcel porque nadie me contrataba, en ese momento tuve una revelación, mi destino es estar cerca de los nenes." y sigue “Los chicos me atraen mucho, la pureza que tienen no se compara con nada y el afecto es mutuo, hay abrazos a cada rato."
El Enrique y un pibe boludeado que después se puso a llorar porque no agarró la sortija.
Para los vecinos Enrique es un héroe, le pueden dejar a los pibes y se los cuida o pueden llevarlos y pagarle unas vueltitas. “Esto no lo hago por la plata, es mi posibilidad de relacionarme con los más chicos, lo mejor que tiene este mundo”, dice mientras se mete la mano al bolsillo y se muerde el labio inferior.
Enrique nos contó que él mismo puso la calesita en la plaza, ya que el espacio se encontraba casi en desuso, salvo por los drogadictos de la zona que iban ahí a culear y darse con la merca. “También se enojaron unos pibes que organizaban torneitos de fútbol y les cagué el lugar con la calesita en el medio de la cancha”, y amplió "Cada tanto se vengan dejando forros usados, cagando por todas partes o dibujandole pijas con aerosol a la calesita, pero fuera de eso lo tengo todo controlado, ya me compré otra escopeta".
El calesitero afirmó que en épocas de frió aveces sienta a los pequeños en su regazo para que viajen un poquito mas alto y calentitos.
“Siento satisfacción al saber que los chicos son felices cuando vienen. Ellos tocan algo en mi y definitivamente yo toco algo en ellos, esos son los indicadores de que estoy cumpliendo con mi misión sagrada”, sostuvo mientras nos mira sin parpadear y tuerce el cuello con un tic nervioso.
Y así pasa una nueva historia en Noti Pichón de Calmate Pichón.
FIN...
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