El Tarzán narco que no fué, por pelotudo.
Pablito "El Gordo Rata" Guzman.
Nacido como Pablo Guzman, tuvo una corta infancia llena de lujos. Hijo de uno de los narcos más poderosos de América del Sur, tenia toda la guita asegurada y heredaría una dinastía narcotraficante multimillonaria si jugaba bien sus cartas, pero a los 3 años de edad pasó algo y su vida cambió para siempre.
El helicóptero que lo transportaba se calló en una zona media selvática junto a su padre, Jorge "El Malevo" Guzman y otros vagos que hacían de seguridad. El destino quiso que él sea el único sobreviviente de la tragedia. Aprendió de una familia de monos a alimentarse de frutas y algunas hojas pero también se comía algún que otro cuis o rata de ese estilo. El tiempo pasó y Pablito estuvo 35 años ahí, aislado de la sociedad, cada tanto algún gaucho decía que un gordo desnudo le afanó alguna oveja o cosas así. O un camionero que lo vio correr al lado de la ruta desorientado.